El té como lo conocemos cotidianamente es el resultado de infusionar hojas y tallos de la planta del té o Camellia sinensis. Sin embargo, aunque teóricamente no es correcto, también se la llama té a las infusiones florales o frutales que existen en todas las culturas a nivel mundial que se utilizan para mejorar la salud.
Se considera que el té es una de las bebidas más consumidas a nivel mundial como el café y agua. Su origen se relaciona con la cultura y tradición de China, pero desde hace muchos siglos se considera universal. Es tan famoso porque desde la antigüedad se ha utilizado para curar dolores, aliviar padecimientos físicos, varios tipos de enfermedades o para mantener nuestro cuerpo en mejores condiciones.
Existen varios tipos de tés derivados de la planta del té, en esta ocasión vamos a explicar los beneficios que ofrece cada tipo, así como los beneficios que ofrecen otras infusiones florales o frutales que, para efectos prácticos, también llamaremos tés.
Té verde
El té verde es el tipo más común de té, pues es el que más se consume en China y a nivel mundial. Las hojas de la planta de té se recogen verdes, cuando aún están frescas y se enrollan para secar al final del proceso.
Otra de las razones por las que todas las infusiones tienen el nombre de té es porque las bolsas comerciales tienen un entre un 70 y 80 por ciento de té verde en sus preparaciones.
El té verde es un poderoso antioxidante, esto quiere decir que retrasa el envejecimiento de las células, además ayuda a desintoxicar el cuerpo porque es un potente diurético y acelera el sistema digestivo; permitiendo mantener una silueta delgada de manera saludable y, en general, salud en todos los sentidos.
Té rojo
El té rojo es, en esencia, la misma planta que el té verde, pero se deja fermentar en barricas y sus propiedades físicas se modifican. Este té favorece la pérdida de peso porque ayuda a quemar grasa y ayuda a mantener una excelente salud porque refuerza el sistema inmunológico del cuerpo. Por otro lado, es una excelente opción para mantenerte despierto.
Té negro
Las propiedades del té negro estás más relacionadas con la salud y agilidad de la mente, pues ayuda a estimular la memoria, facilita el aprendizaje, además se utiliza para tratar dolores de cabeza y para la presión arterial.
Té de gordolobo
Este té es una excelente opción para mejorar las enfermedades que afectan las vías respiratorias como gripa, tos e infecciones de la garganta o dolor de cabeza por congestión porque ayuda a desinflamar y a descongestionar los senos paranasales. Incluso ayuda a personas que sufren enfermedades de las vías respiratorias más graves como asma o bronquitis. Tiene un sabor suave y ayuda a conciliar el sueño cuando estamos enfermos.
Té de anís
La mejor opción para aliviar dolores de estómago, cólicos y, en general, para mejorar la salud del sistema digestivo es el té de anís, debido a sus propiedades sedantes y antiespasmódicas. Además, favorece el aumento del apetito para las personas que tienen malestar estomacal.
Té de lavanda
La lavanda es una planta con propiedades relajantes, por lo que utilizarla en una infusión para preparar un té favorecerá la relajación y ayudará a bajar los niveles de estrés, además permitirá que se alcance el sueño de manera más rápida. Es altamente recomendado para personas que sufren ansiedad, depresión, insomnio o migraña.
En combinación con otras plantas como la valeriana y la tila, se puede lograr un té bastante potente para relajar y reducir considerablemente el estrés.
Té de hierbabuena
Este té es un excelente aliado para aliviar náuseas provocadas por el embarazo o alguna enfermedad estomacal, además es un fuerte refrescante por lo que ayuda a combatir el mal aliento y a bajar los niveles de fiebre.
Existen muchos más tés que ayudan a mejorar la salud y el funcionamiento del cuerpo, no es coincidencia que muchos fármacos tengan dentro de sus componentes las sustancias naturales de los tés, pues éstas sustancias en combinación con otros compuestos químicos potencian los resultados.